lunes, 22 de octubre de 2007

"Esto recien empieza"

RUGBY PUMA

Tenemos que aprovechar muchísimo todo lo que se consiguió en este Mundial: la Argentina es el tercero del mundo y puede ser el primero.
PARIS.– Las imágenes de lo que ocurrió todavía me vienen a la cabeza. No puedo olvidarme, porque lo que se vio fue muy fuerte, impresionante. Todo lo que se viene hablando en los partidos previos acerca de la marca Puma, de una estrategia de garra, de corazón, de defensa, de maul... Bueno, no tomen en cuenta nada de eso, porque ayer mostraron todo lo contrario, pero en el buen sentido. Fue un placer inigualable ver jugar a este equipo como lo hizo. Para mí fue el mejor partido del Mundial, y no me refiero a los encuentros de los Pumas, sino en general.
Reconozco que es difícil explicar todo lo que se vivió, hay que ver muchas veces este partido. Se le ganó a Francia con todas las cualidades que en un libro se puede transmitir. Los Pumas se fueron del libreto: hicieron lo de siempre, sí, pero mucho más. Cumplieron con ciertos preceptos básicos: tacklear, marcar, limpiar las pelotas, el salto en el line, pero luego usaron el reglamento para divertirse. Jugaron al rugby, se liberaron y expresaron todo lo que saben. Me quedo con eso como recuerdo de este partido.
Les voy a hacer una confesión: quise comer algo en el entretiempo y no pude por la emoción que sentía por lo que estaba viendo. No tenía más sentidos. Me quedé paralizado, porque estos chicos dieron un ejemplo para el rugby mundial. Como argentino y como ex capitán, estoy totalmente orgulloso del equipo y de los jugadores, porque nos hacen quedar de una manera maravillosa.
Clément Poitrenaud, David Campese y algunos otros habían hablado despectivamente del juego de los Pumas. Por eso lo de ayer también es una respuesta al mundo, de que la Argentina no es sólo la estrategia, el rugby de maul, la defensa, el juego triste del que hablaban. Esto es superlativo, porque es Francia y porque ratifican el triunfo del primer partido, cuando todo lo bueno que vendría era apenas una ilusión, una esperanza. Pero si aquella vez fue una victoria con la marca registrada Puma, esto sobrepasó todos los pronósticos. Con esto se reafirma un concepto en el que insisto desde hace un buen tiempo: no sólo tienen las cualidades para jugar estratégicamente con el pie, sino que también desplegar un juego de traslado de pelota.
Me parece que se dio en este partido porque explotaron. Después de otra adversidad, como fue la derrota con los sudafricanos, eso los hizo más fuertes. Así pudieron mover algunas piezas para mostrar todo su potencial; así, al juego defensivo y táctico, le sumaron riesgo y dinamismo. Les juro: nunca vi jugar a la Argentina de esta manera.
Francia quiso desplegar el juego que no había podido hacer en el partido inaugural. Pensaron que con traslado de pelota y abriendo la cancha podían ganarlo con tranquilidad. Y no sólo no pudieron trasladar la pelota, sino que los Pumas fueron los que ejercieron ese rol en el campo. Se habló mucho del buen juego en los días previos, pero en estos 80 minutos quedó claro que el rugby champagne lo pusieron los Pumas.
Después de todo lo vivido, ahora es tiempo de juntar todas las piezas, exprimir las vivencias y aprovechar muchísimo todo lo que se consiguió en este Mundial. Porque esto no es un final, sino el comienzo de un ciclo. Es el inicio de una etapa en la que tenemos que ser muy conscientes de que la Argentina es el tercero del mundo y puede ser el primero.
Con la experiencia del rugby profesional y la mentalidad de los chicos que vienen de abajo, hay que preparar los caminos para conservar este tercer puesto y aspirar a ser los primeros, porque tenemos todo para serlo. Creo que, después de lo de anoche, no hay dudas de eso.

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