lunes, 22 de octubre de 2007

Luego de su conquista, Los Pumas arribaron a Ezeiza



RUGBY PUMA





Sintieron el calor de la gente incluso antes atravesar la última puerta que los ponía de frente a sus familiares y la prensa. Los jugadores ni siquiera podían ver a las 300 personas que, eufóricas, esperaban la salida de los guerreros en Ezeiza.
Entonces los Pumas pusieron un pie en suelo argentino con el mismo fervor que mostraron en cada partido a través de las pantallas de televisión. Y salieron cantando, a los gritos: "¡Vamos, vamos, Argentina!", "¡cada vez te quiero más!" y "¡el que no salta es un francés!".
"Quisimos volver al país para vivir de cerca todo lo que nos habían contado mientras estábamos allá. Esto es impresionante", dijo Mario Ledesma, que juega en Clermont, de Francia, pero que sintió que era una obligación volver con su gente al menos por unos días.
A las 22.05, los 19 jugadores del equipo argentino que volvieron ayer al país, más el cuerpo técnico, comenzaron a bajar del avión.Vistieron la ropa oficial de la Unión Argentina de Rugby: trajes grises, camisas blancas y corbatas rosas. La llegada fue por la terminal B, pero el equipo se trasladó luego al un sector en la terminal A, que se acondicionó especialmente, con el fin de ordenar el regreso. En el hall de entrada se puso un vallado para separar al público. Puertas adentro, el plantel dispuso de una sala especial donde se encontraron con sus seres queridos y, un rato después, se movilizaron a un sector contiguo donde charlaron con la prensa. Anoche regresaron Agulla, Albacete, Rimas Alvarez, Manuel Contepomi, Durand, Ignacio y Juan Fernández Lobbe, Nicolás Fernández Miranda, Hasan, Ledesma, Leguizamón, Longo, Martín Aramburú, Ostiglia, Roncero, Scelzo, Senillosa, Serra y Todeschini. Unas horas antes, al mediodía, habían vuelto Ayerza y Vernet Basualdo.
Agustín Pichot y Juan Martín Hernández llegarán al país mañana, a las 7.50, en un vuelo de Air France. Ellos dos, junto con Lucas Borges, Felipe Contepomi y Martín Schusterman participaron ayer de la gala anual de premiación de la IRB, en la que se entregaron las distinciones a los más destacados de la temporada (ver página 14). En tanto, Esteban Lozada (viajó a Toulon), Tiesi, Corleto, Borges y Schusterman se quedaron en Francia por compromisos personales; Santiago González Bonorino viajó a Italia (juega en Almaviva Capitolina), y Felipe Contepomi se irá hoy a Irlanda, para sumarse a los entrenamientos con su equipo, Leinster, que el viernes próximo jugará por el certamen provincial ante Ulster.
Aunque había prevista una charla con la prensa, fue difícil separarse de los afectos. Hay que recordar que muchos no se veían desde hace tres meses, cuando comenzó la gira previa a la Copa. "¡La rompiste, la rompiste!", decía emocionado el papá de Horacio Agulla mientras abrazaba a su hijo, que seguía hablando con la prensa: "Este recibimiento es increíble. Inolvidable". Entre tanta emoción, Marcelo Loffreda econtró la manera de seguir son sus análisis, especialmente cuando se refirió a la semifinal con los sudafricanos: "Históricamente siempre fueron superiores a nosotros, pero estábamos en condiciones de ganarles igual. El tema es que cometimos muchos errores y ellos tuvieron un gran oportunismo", dijo.
Afuera seguía esperando el público. Había muchos chicos con las camisetas de los Pumas. Bombos, posters, banderas, cantos, festejos. Y cuando salieron los jugadores, el ruido fue ensordecedor. Personal del aeropuerto se movía nervioso de un lado a otro con la intención de reforzar el vallado y evitar un desborde. Juan Fernández Lobbe seleccionaba los cantos entre los rugbiers, la gente seguía con los suyos: "¡Y dónde está Chabal, y dónde está Chabal!". Una de las mayores ovaciones se la llevó Marcelo Loffreda.
Es posible que 300 personas no sean muchas después de semejante actuación de los Pumas en un Mundial. Pero en el clima de exitación fue imposible que los jugadores se prestaran en ese momento para firmar autógrafos o sacarse fotos con la gente. Volvieron a comer algo con sus familiares. Algunos fanáticos comenzaron a desconcentrarse, pero muchos se quedaron esperando la salida de los deportistas. Entonces, cuando los Pumas caminaron hasta sus automóviles, los que esperaron tuvieron su recompensa.
Entre los preparativos para la llegada de los Pumas, en Ezeiza se vio un ómibus pintado de celeste y blanco, sin techo y con la frases: "Vamos lento, porque el bronce pesa. Gracias Pumas por hacer realidad un imposible". Sin embargo los jugadores no usaron ese transporte y se retiraron con sus familiares. Se estima que el vehículo será utilizado mañana, para los distintos actos oficiales en los que participará el plantel. Hoy los jugadores podrán descansar con sus familias, y para mañana ya tienen programadas nuevas actividades. Temprano habrá una reunión oficial en el hotel Panamericano y luego se trasladarán a Olivos, donde los recibirá el presidente Néstor Kirchner.
El Mundial más importante de la historia de los Pumas se terminó. Pero empezó una nueva relación del rugby argentino con la gente.

GRACIAS PUMAS POR CONMOVER A LA NACION!


RUGBY PUMA


Hay una explicación para que todos se sientan un poco Pumas en estos días: ellos representan el alma de una nación ávida de referentes de este tipo, de un grupo que se une por una causa noble y no traiciona sus valores ni en los peores momentos de confusión ni cuando las dificultades agobian.

PARIS.- Es imposible escuchar desde la tribuna del Parc des Princes el discurso de Agustín Pichot a sus lugartenientes -compañeros- en esa ronda que se armó segundos después de consumada la consagratoria victoria ante los franceses. Igualmente, se puede imaginar algunas de esas palabras del gran capitán, porque cualquier referencia que se haga sobre este equipo ideal, tiene que estar orientada hacia el orgullo que dan y contagian, el modelo de solidaridad, compañerismo y sacrificio. La grandeza de los Pumas, de estos Pumas, quedará por siempre instalada en los corazones y la memoria de todos los que los vieron bramar alguna vez en una cancha; en este Mundial o en cualquiera de las actuaciones de esta trayectoria, la más gloriosa de la historia del seleccionado. Se apropiaron de un tercer puesto de un ranking de poderosos, al cual la selección argentina accedió con enorme autoridad, esa misma que a otros que se creían los reyes del universo les faltó. Ellos, en cambio, desde la más sincera humildad alcanzaron el reconocimiento que para la mayoría le correspondía a los que dominan este deporte desde la opulencia. Ha sido un error desde hace tiempo menospreciar o no darle la jerarquía que se merece al equipo argentino; durante este torneo lo debe haber aprendido más de uno definitivamente. Los de afuera y los críticos que están en casa. Hubo despedidas, aún no se saben cuántas en realidad, pero esos detalles pueden quedar de lado momentáneamente porque jamás se olvidará lo que sucedió en esta maravillosa aventura. Y más allá de los rostros que queden o puedan aparecer, lo que tiene que perdurar es la herencia que dejan estos gladiadores de mares de complicaciones. Son un ejemplo de cómo se pueden hacer realidad los sueños más osados o hasta dónde se puede llegar si la pasión es la fuerza movilizadora. Esa conducta no es un aporte exclusivo para el deporte, es aplicable en la vida. La majestuosa obra de los Pumas escapa a los límites que el rugby llega a establecer. Todos rugieron como ellos, todos pusieron su hombro para ayudarlos a tacklear. En verdad, de los que no llevan sobre el cuerpo la camiseta celeste y blanca, ¿quién no se siente un poco Puma en estos días? Ayer más que nunca, y en la dolorosa caída ante Sudáfrica, al ver las lágrimas de frustración, también. Sólo hay retribuciones honoríficas para estos discípulos de la modestia, cuyo único acto de soberbia -bien entendida- lo tienen cuando pisan el césped. Y para llegar a ese comportamiento Loffreda hizo su contribución; él es uno de los responsables intelectuales de esta identidad admirable del plantel. Los jugadores son los que se destacan en el escenario más difícil, pero detrás de ellos existe un apoyo valiosísimo. No es el impulso de uno, sino el de todos los que se comprometieron por esta ilusión. El seleccionado argentino conquistó un espacio codiciado por muchos en el ámbito ovalado, pero también llegó a donde jamás lo imaginó en otros terrenos. Los jugadores lucen sobre el pecho una medalla de bronce, pero brillaron de la manera más esplendorosa. Tuvieron un acto de despedida exuberante, desde el juego y el fervor, justa recompensa para años de lucha y dedicación. Siempre tuvieron que dar explicaciones sobre sus pedidos, pero ahora ya no habrá más argumentos para no prestarles atención. Desde la International Board para abrirles las puertas, y desde la UAR para no mezquinar en el acompañamiento. La posición final en el campeonato es sumamente relevante, una epopeya, pero fuera de la estadística hay otro logro que los eleva aún más todavía, y es el de ser el alma de una nación ávida de referentes de este tipo, de un grupo que se une por una causa noble y no traiciona sus valores, ni en los peores momentos de confusión, ni cuando las dificultades agobian. ¡Gracias Pumas por habernos dado tanto!

Sudafrica derroto a Inglaterra


RUGBY PUMA


Se consagró con una marcha invicta y sobreponiéndose a todos los obstáculos tras ganarle a Inglaterra por 15 a 6; Montgomery, autor de 12 puntos.
PARIS.- Se sobrepuso a todos sus obstáculos con determinación, categoría, entonces no hay cuestionamientos que le puedan restar merecimientos. Sudáfrica reconquistó el trofeo Webb Ellis con una campaña sin derrotas y un comportamiento brillante desde la estrategia, porque resolvió cada compromiso como mejor le convino; su proceder se acomodó de manera impecable a las características del adversario de turno. Por eso, se erigió como justo campeón. Su recorrido invicto, incluidas dos victorias inapelables ante los defensores del título, resulta inapelable. Lo que sí se puede resaltar, fuera de la altísima eficiencia, es que no siempre o en contadas ocasiones los flamantes monarcas del universo ovalado desplegaron el mejor juego. En el choque decisivo, por ejemplo, fueron verdugos de los ingleses con la idéntica fórmula con la que éstos eliminaron a Australia y Francia: una defensa impenetrable, el recurso del kick como método para progresar en el campo y la certera puntería de su pateador, Percy Montgomery, autor de 12 puntos (el otro penal fue de François Steyn) de la consagratoria victoria por 15-6 ante los británicos. Esta vez, Wilkinson estuvo anulado por el feroz trío Burger, Smith y Rossouw, y nada pudo hacer -erró dos intentos de drop- para rescatar a los de la Rosa del encierro en el que cayeron. Los ya ex campeones prevalecieron en casi todas las cuestiones técnicas del encuentro, pero no hubo caso: todas sus ideas parecieron diminutas ante la gigantesca fortaleza de los Boks. Las estadísticas favorecen por amplio margen a los perdedores, 55% de posesión y 56% de dominio territorial. Sin embargo esa ventaja no les alcanzó para imponer condiciones. El único punto flojo, que más que nada se debió a la estupenda capacidad de Matfield, un especialista del juego aéreo, se vio en el line, formación en la que los ingleses perdieron siete de sus lanzamientos. Otro dato representativo de lo que quiso hacer uno y el otro se advierte con la claridad suficiente en el análisis de los aperturas. Mientras Wilkinson habilitó a sus backs en 21 ocasiones, Butch James solamente lo hizo 6 veces y pateó la pelota unas 15. Como ocurrió en toda la segunda etapa del certamen, porque en la rueda clasificatoria sí que arriesgó, los sudafricanos trasladaron el balón hacia las puntas cuando la oposición no era tan asfixiante y cuando se vio en ese escenario, James se ocupó de poner distancia con sus patadas tácticas. A los Pumas se les cuestionó que en el debut sólo apostaron por sacarse de encima la obligación de jugar, obligándolo a Hernández a patear sistemáticamente, y ahora Jake White condujo a su selección hacia la gloria máxima con la misma fórmula. Una ironía o más razones para elogiar la producción de los argentinos. Como en la mayoría de las finales, no hubo demasiada lucidez y sí una celosa preocupación por no ceder ni siquiera un centímetro en la pulseada física. Fue un simposio de tackles, de choques cuerpo a cuerpo. Los jugadores, devenidos casi en autómatas, se golpearon permanentemente, tratando de así hacer retroceder a su oponente, pero a ambos les sienta bien esa exigencia. La otra diferencia determinante para el éxito quedó graficada en la contundencia para definir; mientras que los ingleses hicieron todo el desgaste por llegar al in-goal, de hecho no fue convalidado un try de Mark Cueto en la segunda parte porque el wing tocó la línea de touch, los sudafricanos anotaron en cada aproximación. Esa excelencia sustentada en tres principios básicos, como la presión, la paciencia y el aprovechamiento para convertir en las oportunidades que se les presentaron, les permitieron estar al frente permanentemente, excepto durante nada más que tres minutos en el período inicial (en el 3-3). Desde esa regularidad y efectividad aplastante, los flamantes reyes dominaron a cuanto adversario se le cruzó por el camino en la tierra francesa. Esa prestancia no la exhibió ningún otro, entonces, nadie mejor que los sudafricanos para quedarse con el cetro. John Smit elevó al cielo el oro del reconocimiento como los N° 1, y París les rindió tributo a los nuevos gobernantes del rugby. Otra vez el Norte claudicó frente a la magnificencia del Sur, y desde hace unas horas todos empezaron a vivir bajo el reinado de los magnánimos sudafricanos.


RUGBY PUMA


El técnico se despidió de Los Pumas tras el histórico triunfo por 34-10 ante Francia. "Estoy orgulloso de este equipo", dijo el Tano, quien además sostuvo que Argentina "merece estar en un torneo anual". Luego, se refirió al plantel: "Les agradezco por estos ocho años junto a ellos".

Ante Francia, no fue un partido más para Marcelo Loffreda. No sólo porque con el triunfo por 34-10, Los Pumas lograron treparse al podio por primera vez en la historia. Sino porque, como se sabía, significó su último encuentro como técnico del seleccionado argentino. "Estoy orgulloso por lo que hizo el equipo. Lo demostramos y no quedan dudas que somos el tercer equipo del mundo ya que le ganamos dos veces al equipo local", sostuvo el DT.

"Estoy muy contento por este tercer puesto. Tengo una alegría inmensa. Si bien no podíamos salir primeros o segundos, era difícil ganar este partido", explicó Loffreda, quien se hará cargo del Leicester de Inglaterra. Y también resaltó la capacidad que tuvo el grupo para dejar atrás el mal trago que fue caer ante Sudáfrica, en las semis: "Fue una semana muy difícil. Los jugadores se mentalizaron y se fortalecieron, y jugaron un partido formidable".

Emocionado, el Tano se hizo tiempo para agradecerle a los jugadores. "Estoy muy orgulloso y les agradezco a todos por estos ocho años junto a ellos. Y también al capitán, de quién aprendí mucho", indicó. Y enseguida agregó: "Estos jugadores jugaron de la manera en que lo hicieron, por como sienten y viven el rugby. Jugaron por el romanticismo y los ideales del juego y superaron claramente a Francia".


Otros temas que tocó Loffreda:

Sobre sus colaboradores: " Hubo muchas personas que contribuyeron para el éxito de este grupo como Baetti, Barandarián y Cash. Fuimos aprendiendo e interactuando con jugadores profesionales. Intercambiando conocimientos y eso fue muy productivo. Nos tratamos con mucho respeto y me enriquecí técnicamente".

El suceso de Los Pumas: "Las cosas explotan con el éxito deportivo y se asocian con los triunfos. Esto que sucedió en Argentina con Los Pumas hay que saber capitalizarlo y aprovecharlo en los lugares donde no había rugby. Debemos llevarlo (a esos lugares) para poder explicar qué significa este juego".

"El rugby es un deporte que tiene muchos valores humanos. Y eso es lo más importante que tiene que haber en la difusión del juego. Ellos (los jugadores) dieron un ejemplo. Ahora, debe haber un proceso más completo. Hay que ver cómo la UAR aprovecha todo esto que pasó. Si no habrá sido algo fugaz y sólo será un buen recuerdo para las personas".

"Esto recien empieza"

RUGBY PUMA

Tenemos que aprovechar muchísimo todo lo que se consiguió en este Mundial: la Argentina es el tercero del mundo y puede ser el primero.
PARIS.– Las imágenes de lo que ocurrió todavía me vienen a la cabeza. No puedo olvidarme, porque lo que se vio fue muy fuerte, impresionante. Todo lo que se viene hablando en los partidos previos acerca de la marca Puma, de una estrategia de garra, de corazón, de defensa, de maul... Bueno, no tomen en cuenta nada de eso, porque ayer mostraron todo lo contrario, pero en el buen sentido. Fue un placer inigualable ver jugar a este equipo como lo hizo. Para mí fue el mejor partido del Mundial, y no me refiero a los encuentros de los Pumas, sino en general.
Reconozco que es difícil explicar todo lo que se vivió, hay que ver muchas veces este partido. Se le ganó a Francia con todas las cualidades que en un libro se puede transmitir. Los Pumas se fueron del libreto: hicieron lo de siempre, sí, pero mucho más. Cumplieron con ciertos preceptos básicos: tacklear, marcar, limpiar las pelotas, el salto en el line, pero luego usaron el reglamento para divertirse. Jugaron al rugby, se liberaron y expresaron todo lo que saben. Me quedo con eso como recuerdo de este partido.
Les voy a hacer una confesión: quise comer algo en el entretiempo y no pude por la emoción que sentía por lo que estaba viendo. No tenía más sentidos. Me quedé paralizado, porque estos chicos dieron un ejemplo para el rugby mundial. Como argentino y como ex capitán, estoy totalmente orgulloso del equipo y de los jugadores, porque nos hacen quedar de una manera maravillosa.
Clément Poitrenaud, David Campese y algunos otros habían hablado despectivamente del juego de los Pumas. Por eso lo de ayer también es una respuesta al mundo, de que la Argentina no es sólo la estrategia, el rugby de maul, la defensa, el juego triste del que hablaban. Esto es superlativo, porque es Francia y porque ratifican el triunfo del primer partido, cuando todo lo bueno que vendría era apenas una ilusión, una esperanza. Pero si aquella vez fue una victoria con la marca registrada Puma, esto sobrepasó todos los pronósticos. Con esto se reafirma un concepto en el que insisto desde hace un buen tiempo: no sólo tienen las cualidades para jugar estratégicamente con el pie, sino que también desplegar un juego de traslado de pelota.
Me parece que se dio en este partido porque explotaron. Después de otra adversidad, como fue la derrota con los sudafricanos, eso los hizo más fuertes. Así pudieron mover algunas piezas para mostrar todo su potencial; así, al juego defensivo y táctico, le sumaron riesgo y dinamismo. Les juro: nunca vi jugar a la Argentina de esta manera.
Francia quiso desplegar el juego que no había podido hacer en el partido inaugural. Pensaron que con traslado de pelota y abriendo la cancha podían ganarlo con tranquilidad. Y no sólo no pudieron trasladar la pelota, sino que los Pumas fueron los que ejercieron ese rol en el campo. Se habló mucho del buen juego en los días previos, pero en estos 80 minutos quedó claro que el rugby champagne lo pusieron los Pumas.
Después de todo lo vivido, ahora es tiempo de juntar todas las piezas, exprimir las vivencias y aprovechar muchísimo todo lo que se consiguió en este Mundial. Porque esto no es un final, sino el comienzo de un ciclo. Es el inicio de una etapa en la que tenemos que ser muy conscientes de que la Argentina es el tercero del mundo y puede ser el primero.
Con la experiencia del rugby profesional y la mentalidad de los chicos que vienen de abajo, hay que preparar los caminos para conservar este tercer puesto y aspirar a ser los primeros, porque tenemos todo para serlo. Creo que, después de lo de anoche, no hay dudas de eso.

Nuestro Juego

RUGBY PUMA

Se criticó el juego argentino, pero todos se aferraron a la táctica que convenía en este torneo; los Pumas también pueden jugar de otro modo.
PARIS.– Hay varios cambios, entre las lesiones y algunas decisiones de Loffreda, pero la elección de jugar con muchos titulares fue la correcta. Sé que después de perder la semifinal, ese mismo día, más de uno pensó: “Se terminó todo”. Pero pese al dolor de la derrota contra Sudáfrica –que todavía les dura a algunos– y aunque fue menos de una semana el tiempo para la recuperación, éste es un partido importantísimo por un par de motivos. 1) El prestigio: se está jugando nada menos que un tercer puesto en el mundo del rugby y no es poca cosa para la Argentina. Hay que ratificar todo lo que se hizo en esta Copa. No tiene que ver con el resultado únicamente. Se debe demostrar que no fue una casualidad ganarle a Francia en la inauguración. Es el mejor Mundial de la historia para los Pumas y hay que terminarlo a lo grande, haciendo el mejor partido posible. 2) Los retiros: algunos jugadores con una gran trayectoria, como Agustín Pichot u Omar Hasan, estarían jugando su último partido con la selección. Por un lado, es bárbaro que ellos tengan una despedida de esta jerarquía, porque se la merecen, y por lo tanto, el equipo debe acompañarlos con una actuación a la altura de las circunstancias. Es una lástima que no pueda jugar Gonzalo Tiesi, porque otro de los motivos por los que tenía mucho valor este test era la inserción de algunos jugadores que van a tomar la batuta en el futuro. De todos modos van a estar Alberto Vernet Basualdo y Federico Martín Aramburú. Y también va a servir para que se siga consolidando Horacio Agulla.Son muchos motivos, así que hay que dejar de lado el golpe del domingo último y seguir adelante, con las mismas ganas. Esta aventura empezó con Francia y se tiene que terminar con Francia con la misma actitud del primer día.Otra cosa que me gustaría comentar en esta columna, ahora que se está terminando el Mundial, es algo que escuché esta semana. Sé que en la Argentina causaron malestar algunas declaraciones de Clément Poitrenaud y de David Campese, en las que cuestionaron el estilo de juego de los Pumas.En realidad, creo que lo que se vio en Francia no fue la consolidación de un estilo argentino, sino la consolidación de un gran equipo argentino. Los Pumas eligieron esta forma de jugar por eficiencia, porque era la que más le convenía en este torneo. Pero eso no quiere decir que son limitados para otros estilos. Pueden jugar a otra cosa. Hubo estudios sobre el juego que llevaron a los entrenadores a decidirse por esa táctica. Es más, después la mayoría imitó la estrategia argentina. El Mundial se fue argentinizando. Nadie tomó riesgos con un planteo de pases dinámico. Tal vez Fiji, pero porque ésa es su cultura, su identidad y juegan al seven con 15. El resto de los equipos prefirió ser menos vistoso, poco brillante y bastante mezquino. Ni siquiera Sudáfrica propuso nada del otro mundo. Contra la Argentina apostó al error y ganó por fuerza física y velocidad. Lo que ocurre es que resulta más fácil hablar desde afuera, pero cada uno debería mirar su propio equipo para saber si se evitó hacer lo que se critica.Este fue el Mundial de la presión. Se hizo hincapié en la parte defensiva y en la táctica; en el juego sin la pelota. Esto quiere decir, usar mucho el pie y defender atacando. Grandes estructuras defensivas, sincronizadas, con una gran coordinación entre la primera, la segunda y hasta la tercera línea de marcas. Un juego muy táctico. Algunos se adaptaron bien a esa idea; otros, no. Los Pumas se destacaron como pocos en eso y hoy están entre los cuatro mejores el mundo.

El llanto de dos Gigantes

RUGBY PUMA

El llanto de Pichot y Hernández, una postal conmovedora.Las pantallas gigantes del estadio repitieron, en varias oportunidades, una de las imágenes más conmovedoras que ha entregado el torneo. El llanto desconsolado de Agustín Pichot y Juan Martín Hernández, abrazados a un lado del campo de juego con la derrota consumada ante los sudafricanos.
Llanto que ninguno de los dos podía contener, y que representaba mucho más que el dolor por no haber logrado llegar a la final de la copa del mundo. “No se si lo puedan entender – dijo más tarde con los ojos aún enrojecidos el apertura argentino -. Es que quizás ya no tenga posibilidades de jugar más con Agustín. Es mi gran amigo, un hermano que ha sido hasta como un padre para mí”. En otro lugar del estadio, donde se realizaba la conferencia de prensa, el capitán argentino con voz ronca entrecortada, respondía que quizás su último partido haya sido esta semifinal. A su lado Marcelo Loffreda dejó clavada su mirada hacía adelante, como haciendo un gran esfuerzo para no mostrar gestos de aprobación o desaprobación de lo dicho por Pichot. “Quizás, ante Francia, tenga que jugar Nico”. Muchos de los jugadores históricos de este plantel han ingresado en sus últimas horas en una concentración Puma. Pichot es uno de ellos, en la misma condición están Longo y Ledesma, que protagonizan una despedida a la altura de su carrera deportiva. Llegaron a una semifinal de copa del mundo. Sin embargo, a la hora de ser consultados todos quieren estar presente ante Francia el próximo viernes. “Si ese es mi último partido con la camiseta Argentina, quiero terminar de la mejor forma. Jugando bien y ganando”. La afirmación de Longo no hace más que demostrar, que lo que viene es mucho más que el partido por el tercer puesto. Un choque que Francia también espera con ansiedad, para tomar revancha de la derrota del partido inaugural.

La Muralla Verde


RUGBY PUMA


Muchachos perdonen por la tardanza es que estuve ocupado y no pude cumplir con el blog. Aca les dejo la nota de Sudafrica.


Se cayó con una potencia, pero falta el partido por el 3er puesto; este Mundial sigue siendo único.
PARIS.– “Sean eternos los laureles, que supieron conseguir”. Como lo gritamos con esa versión tan particular del Himno que nos toca cantar en este Mundial. No tenemos nada que reprocharnos. Tampoco nos vamos a olvidar por este resultado que es un Mundial único. Por llegar a estas instancias y por jugar de la manera que lo hizo este equipo, todo es positivo.
Nos puede quedar el dolor porque la derrota estuvo muy enfocada en los errores. En el partido en el que más seguro había que jugar, aparecieron las imprecisiones, todas juntas. Algo que no había pasado en los cinco partidos anteriores. Sudáfrica es una potencia. Esto es ser una potencia. Y lo sufrimos. Sudáfrica jugó a aprovechar el mínimo error. Fue implacable. No nos perdonó nada. Te equivocás y lo pagás.
En el arranque se vio que la Argentina tenía lindos movimientos. Se vio intenciones de imponer el juego táctico, de tener la iniciativa. Se buscó con el juego de traslado y llegó esa intercepción de Du Preez a Felipe que fue...terrible.
Un buen punto es preguntarse porqué Sudáfrica no propuso casi nada en el juego. Porque desde que empezó el Mundial, los Pumas establecieron un juego muy táctico, de presión, garra y asfixia. Los Springboks lo sabían. Tuvieron temor a abrir demasiado el juego. No querían sufrir esa gran presión argentina. Así la evitaron y después aprovecharon las oportunidades que tuvieron para contraatacar. Está claro que nos respetaron mucho.
En cuanto a la cantidad de lines perdidos, es todo parte de la misma cadena de desconcentración. El poder de la mente es terrible, y cuando algunas cosas empezaron a salir mal, se fueron contagiando. Aparecieron las incertidumbres, la inseguridad y empezó a fallar la cabina de control. No importa dónde se originó el problema, después se trasladó a las distintas facetas del juego: malos pases, decisiones equivocadas, la pérdida de disciplina en algunos penales.
De todos modos, en este último item, el de las infracciones, me gustaría marcar algo. Sin que suene a excusa, siento que el árbitro neozelandés Steve Walsh fue muy severo para sancionar penales contra los argentinos y no lo fue tanto contra los sudafricanos. No digo que ése haya sido el motivo de la derrota, digo que hubiera sido más lógico un árbitro europeo y no del Tri Nations. Un árbitro más neutro.
En lo táctico fue clave lo bien que estudiaron las patadas de Hernández. Sudáfrica esperó esos kicks con cuatro o cinco hombres en el fondo. Du Preez estuvo muy bien ubicado. No es común disponer tanta gente para eso, pero sí lo es cuando tenés un pateador como Hernández enfrente. Fueron inteligentes. Después, devolvieron todos los envíos con pelotas arribas. Lo usaron como un arma y les salió bien.
Es importante entender que el Mundial no se terminó. Jugar el partido por el tercer puesto está buenísmo. Puede ser que ahora los chicos estén algo decepcionados porque querían más, pero en una semana recuperás las ganas, la motivación; creo que eso le va a terminar pasando a Agustín Pichot. Tenemos otra oportunidad, y ahora para divertirnos. Sin faltar el respeto, se puede hacer un rugby más suelto. Además, para demostrar que ganarle a Francia no fue una casualidad. Ellos van a buscar su revancha y estos Pumas tienen que seguir jugando con la frente alta. Ya demostraron que son grandes, que se merecen el lugar que consiguieron. Hay que mantenerlo. Pueden plantear el partido de la manera que les parezca conveniente, pero siempre con la misma grandeza.